Dr. Juan Carlos Iannicelli
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731 visitas Publicada: 07/28/14

PADRES QUE CHUPAN LOS CHUPETES DE SUS BEBES.

Pueden proteger a sus hijos contra el desarrollo de alergias

Padres que chupan Los chupetes de sus bebés.

Las alergias son muy comunes en los países industrializados. Se ha sugerido que la exposición a bacterias inocuas durante la infancia puede ser protector contra el desarrollo de la alergia.
Sin embargo, ha sido difícil determinar con precisión, a cuales bacterias debe estar expuesto un bebé, y en qué momento y por qué ruta ideal debe producirse esta exposición.
Un grupo fe investigadores suecos, informan ahora de que un simple hábito puede ofrecer una protección significativa contra el desarrollo de alergias, es decir, la succión del chupete por los padres, como habito para limpiarlo.


En un grupo de 184 niños, que fueron seguido desde el nacimiento, los investigadores registraron el número de niños usaron un chupete en los primeros 6 meses de vida y cómo los padres limpian el chupete.
La mayoría de los padres enjuagan el chupete en agua corriente, antes de dársela al bebé, por ejemplo, después de haber caído en el suelo. Sin embargo, algunos padres también hierven el chupete para limpiarlo.
Otros padres tenían la costumbre de poner el chupete del bebé en la boca para  “limpiarlo” por succión, antes de regresárselo al bebé.
Se encontró que los niños cuyos padres habitualmente “chupaban” el chupete para limpiarlo, tenían tres veces menos probabilidades de sufrir de eczema a los 18 meses de edad, en comparación con los hijos de padres que no hacen esto.

 

Cuando se controla por otros factores que podrían afectar el riesgo de desarrollar alergias, como la alergia en los padres y el parto por cesárea, el efecto beneficioso de la succión del chupete por parte de los padres, se mantuvo.
El uso del chupete per se, no tuvo efecto en el desarrollo de la alergia en el niño. Hervir el chupete tampoco afectó el desarrollo de alergias de forma estadísticamente significativa.
No se encontraron más infecciones respiratorias superiores en los niños cuyos padres chuparon el chupete o sus muñecos, en comparación con los otros niños, como lo demuestran los registros llevados por los padres, en los que se registraron eventos importantes, tales como infecciones respiratorias.
La saliva es una fuente muy rica de bacterias y virus, y los investigadores creen que los microbios comensales orales se transfieren de los padres al bebé, cuando chupan  el mismo chupete.
Cuando se comparó la composición de la flora bacteriana en la boca entre los niños cuyos padres chuparon del chupete y aquellos niños, cuyos padres no lo hicieron,  se encontró una diferencia que  apoya esta hipótesis.

La tolerancia oral es la respuesta fisiológica normal a las proteínas inofensivas, y se ha sabido desde hace décadas que, la presencia de microbiota comensal es un requisito previo para el desarrollo de la tolerancia normal  contra antígenos de proteínas inocuas.

De acuerdo con 'la hipótesis de la higiene', el desarrollo de la alergia se puede atribuir en parte a la falta de la estimulación microbiana durante la primera infancia.
El establecimiento temprano de una microflora oral compleja puede promover la “maduración saludable del sistema inmune, contrarrestando así el desarrollo de alergias ', dicen los autores del estudio.
El estudio, fue realizado por un equipo formado por pediatras especializados, en las enfermedades alérgicas, así como microbiólogos e inmunólogos.

Este estudio acompaña en sus conceptos, a los mencionados en notas anteriores, referentes al contacto con mascotas en la infancia, y la higiene de la piel, uno por la misma relación en cuanto a la exposición de antígenos ambientales, y el otro por la deprivación de los mismos.

Los pediatras y médicos de atención primaria, debemos conocer estos “nuevos” conceptos, para las recomendaciones adecuadas.

Tratando de excluir otros factores que afectaran el riesgo de desarrollar alergias, se tuvo en cuenta si los padres eran alérgicos, los partos por cesáreas (son menos “contaminantes” que los vaginales) y otros varios, el efecto beneficioso de la succión del chupete por parte de los padres, se mantuvo, independientemente de los factores de confusión.

Es obvio que para permitir este hábito, los padres no deben tener ninguna patología local de su cavidad oral o enfermedad sistémica, que pueda transmitirse a traves de la saliva.