Dr. Juan Carlos Iannicelli
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1088 visitas Publicada: 04/25/16

COLECHO / COHABITACIÓN

 COMPARTIR LA CAMA CON LOS PADRES - ¿ES RIESGOSO?

Hasta hoy en día, el lugar normal para los bebés humanos para dormir, ha sido estar muy cerca de sus madres. En muchos contextos históricos, y en algunos escenarios en los que las madres y los bebés viven en el siglo 21, tal proximidad, permitieron al bebé la protección y el acceso a la leche materna y tiene clara importancia en el crecimiento y la supervivencia para el bebé; por lo tanto hacer preguntas sobre la validez de tal modelo de cuidado, sería impensable. Pero en los últimos años se ha cuestionado la seguridad de esta costumbre, y existe una confusión sobre qué es lo mejor.

Existe una innumerable variedad de información (científica y no científica) sobre si dormir con el bebe - compartir el lecho - es bueno o no, trataremos de mostrar la evidencia científica sobre este tema, que por otro lado, se solapa  con el hecho de que, el colecho tiene un efecto beneficioso  sobre la lactancia materna.
Existe considerable evidencia de estudios, sobre los problemas de dormir con el lactante en la misma cama. Aclaremos primeramente los términos que definen esta disposición para dormir, entre los padres y el bebe.

DEFINICIONES:

La Academia Americana de Pediatría sugiere:
Los términos “compartir la cama' (bed-sharing) y 'dormir con el bebé - colecho' (co-sleeping)se usan indistintamente, pero no son sinónimos.
El término dormir juntos (colecho) es cuando los padres y el bebé duermen en estrecha proximidad (en la misma superficie o superficies diferentes) de manera que sea capaz de ver, oír y/o tocarse entre sí.
La disposición de dormir juntos pueden incluir compartir la cama o dormir en las proximidades en la misma habitación.


Compartir la cama se refiere a un tipo específico de dormir con el bebé cuando el bebé está durmiendo en la misma superficie con otra persona.


Esta definición, incluye casos en los que los cuidadores adultos se quedaron dormidos involuntariamente, con un bebé dormido en un sofá, un sillón o en otra superficie, así como los casos en que el adulto eligió para compartir una superficie de descanso (por ejemplo una cama) con el infante. 

 

Los problemas relacionados con compartir el lecho con el niño, están referidos al síndrome de muerte súbita del lactante, sin querer profundizar sobre el tema específicamente, mencionaremos las características más importantes de este cuadro.

El Síndrome de Muerte Súbita Infantil (SMSI) se define como la muerte de un niño que no puede ser explicado, a pesar de una investigación exhaustiva del caso, incluyendo la investigación de la escena de la muerte, la autopsia y revisión de la historia clínica.
Muerte Súbita Inesperada en la Infancia (SUDI – Sudden Unexpected Deaths in Infancy) es un término usado para describir cualquier muerte repentina e inesperada, ya sea explicada o inexplicable, incluidos los SMSI, que se produce durante el primer año de vida.
SUDI se pueden atribuir a sofocación, asfixia, atrapamiento, infección, ingestiones, enfermedades metabólicas, y trauma (accidental o no accidental). La distinción entre los SIDS y otros SUIDs, particularmente aquellas que se producen durante un período de sueño, (muertes infantiles relacionadas con el sueño), tales como sofocación accidental, es un reto, y por lo general no puede ser determinada solo por la autopsia.

Epidemiología del síndrome de muerte súbita infantil

La incidencia de SMSI muestra picos entre el 2° y 4° mes de vida, el SMSI es la causa más común de muerte entre un mes y un año de edad. Hasta la actualidad se desconoce sus causas. Pero si se reconocen asociaciones con diversas circunstancias, que aumentan el riesgo (tabaquismo, lactancia materna, posición para dormir, calentamiento excesivo, etc.) en relación a este fenómeno. Las muertes que no se producen durante el sueño es poco probable que sea causada por SMSI, esto reafirma las medidas para un sueño seguro. Cada vez hay más pruebas de que la posición durante el sueño, está asociada con el SMSI; en 1992 la Academia Americana de Pediatría (AAP) dirigió la campaña Back to Sleep (dormir boca arriba) en contra de la posición de decúbito prono durante el sueño, y en 1994 se introdujo.

 

En la década siguiente, la incidencia de muerte súbita en los Estados Unidos disminuyó sorprendentemente en un 53%. Desde entonces, la tasa de muerte súbita se ha mantenido estable, mientras que las tasas de mortalidad infantil en general de Estados Unidos han disminuido ligeramente. Cada año en los Estados Unidos, 4.500 muertes se clasifican como de muerte súbita infantil inesperada (SUDI). Esto incluye las muertes por SMSI o asfixia durante el sueño, y muertes en las que no existía suficiente información para clasificar la causa. Aproximadamente 2.500 de estas muertes son causadas por SMSI. Hay una marcada disparidad en la incidencia de muerte súbita entre razas y grupos étnicos, estas diferencias se correlacionan con las distintas prácticas culturales en la posición para dormir de los lactantes.

EVIDENCIA DEL IMPACTO DE LAS MEDIDAS

COLECHO Y SMSI – LA EVIDENCIA

Si bien la tasa de muertes por este problema ha disminuido, aún continúa siendo una causa importante, los investigadores tratan de encontrar estrategias que disminuyan esta morbilidad. El SMSI sigue siendo la principal causa de muerte infantil en el período post-neonatal (28 días hasta el primer año de vida) en los países de altos ingresos. Por ejemplo, en los EE.UU., el SMSI sigue siendo la principal causa de mortalidad post-neonatal,  2.353 bebés murieron de SMSI en 2008, alrededor de 0,6 / 1000 nacidos vivos.
Una asociación importante parece ser el compartir la cama o el colecho. Veamos que dice la evidencia al respecto. 
Algunos países dan consejos a los padres con literatura sobre 'reducir los riesgos”, donde advierten entre otras, no compartir la cama con sus bebés bajo ninguna circunstancia. Por ejemplo, en Holanda aconsejan a los padres a no compartir la cama durante los primeros 3 meses de vida en base a sus propias investigaciones. Este es también el caso de los EE.UU., donde la Academia Americana de Pediatría, en su grupo de trabajo sobre SMSI, citó datos de Europa y Nueva Zelanda e hizo una declaración clara desaconsejando compartir la cama para dormir.  

Otros países, especialmente el Reino Unido y Australia, aconsejan solamente a ciertos grupos que no compartan la cama para dormir.
Compartir la cama y el riesgo de SMSI se han convertido en un tema polémico, algunos señalan cuando debería ser evitado, otros resaltar los beneficios de compartir la cama. En general, los beneficios están relacionados a una mejor lactancia materna, aunque esto no está demostrado científicamente. Algunos estudios no apoyan este argumento, que sostiene que compartir la cama protege contra el destete procoz. Se discute si las recomendaciones para evitar el compartir la cama, impiden a algunas mujeres lograr sus metas de lactancia.

Un estudio de 2013 demostró que compartir la cama era un factor de riesgo de SMSI, incluso en ausencia de otros factores de riesgo conocidos.
Compartir la cama para dormir cuando los padres no fuman o toman alcohol o drogas aumenta el riesgo de SMSI. Los riesgos asociados con compartir la cama son considerablemente mayores cuando se combina con tabaquismo de los padres, y consumo materno de alcohol y/o drogas. Una reducción sustancial de las tasas de SMSI podría lograrse si los padres evitan compartir la cama.  

Estudios más recientes concluyen en que, compartir la cama es un factor de riesgo evitable para los SMSI y apoya las actuales recomendaciones de las autoridades sanitarias suecas, que afirman que el lugar más seguro para un niño de hasta los tres meses de edad, para dormir es en su propia cama, en la misma habitación con sus padres. 

En un estudio realizado entre 2002-2009 en Nueva Zelanda, se encontró una tasa de 0.10 muertes/1000 RN vivos. La asfixia accidental en la cama fue responsable de 48 muertes prevenibles.  El 34% de estas muertes, estaban en situación de “compartir la cama”, a pesar de la evidencia de que no es una práctica común. En Nueva Zelanda sólo el 8% de los lactantes comparten la cama de los padres.  La recomendación final fue: compartir la cama es un factor de riesgo para el  SMSI, pero el mecanismo de muerte claramente no se conoce.  

RECOMENDACIONES PARA UN AMBIENTE DE SUEÑO SEGURO PARA EL BEBE.

1- ESTAS RECOMENDACIONES FUERON PUBLICADAS EN EL AÑO 2011, POR LA ACADEMIA AMERICANA DE PEDIATRIA.

(Pediatrics; 2011; 128:e1341–67.)

2- UNICEF UK TAMBIEN DIVULGA RECOMENDACIONES PARA UN SUEÑO SEGURO:

http://www.unicef.org.uk/BabyFriendly/Resources/Resources-for-parents/Caring-for-your-baby-at-night/

FISIOPATOLOGIA DEL SMSI

Las hipótesis relacionadas con la patogenia de esta entidad son numerosas, pero en definitiva se considera que es una combinación de:
Un niño vulnerable, un periodo crítico del desarrollo dentro del los primeros meses de vida, y varios  factores de estrés externos, con grave impacto.
La convergencia de estos factores en última instancia resulta en una combinación de asfixia progresiva, bradicardia, hipotensión, acidosis metabólica, y jadeo ineficaz, lo que lleva a la muerte. Los mecanismos responsables de la disfunción cardiorrespiratoria y/o las respuestas protectoras de despertar, no están claras, pero podrían ser el resultado de condiciones intrauterinas y/o trastornos del desarrollo, genéticamente determinados, o el retraso en la maduración.
Los bebés que mueren de SMSI, son más propensos a nacer con bajo peso o retrasos del crecimiento, lo que sugiere un ambiente intrauterino adverso. Otros factores adversos en útero incluyen la exposición a la nicotina u otros componentes del humo del cigarrillo y el alcohol. 

 

CONCLUSIONES

Estos informes refuerzan la teoría de que el dormir en la misma cama, es un factor de riesgo evitable para los SMSI, y apoyan las recomendaciones actuales que afirman que el lugar más seguro para un niño de hasta tres meses de edad para dormir es en su propia cama, en la misma habitación con sus padres.
Una vez dicho esto, somos conscientes de que muchas madres, optan por mantener a su bebé en su cama. En esos casos, hay que informar a los padres sobre cómo evitar situaciones peligrosas. Si la madre decide quedarse con el bebé en su cama, compartir la cama debe ser lo más seguro posible, por ejemplo, mediante la creación de un espacio propio para el bebé (figura). Además, al compartir la cama siempre debe evitarse circunstancias obviamente peligrosas, como cuando los padres han consumido alcohol o drogas.
Mensajes singulares para evitar compartir la cama son inútiles; se necesitan enfoques de minimización de riesgos para estas madres. Las mujeres con una fuerte motivación para amamantar con frecuencia comparten la cama. Dada la compleja relación entre el colecho y el SMSI, es crucial una orientación adecuada, para minimizar el riesgo con la ayuda para las madres lactantes