Dr. Juan Carlos Iannicelli
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5099 visitas Publicada: 11/22/19

ANQUILOGLOSIA O FRENILLO LINGUAL CORTO

APORTES RECIENTES

ANQUILOGLOSIA O FRENILLO LINGUAL CORTO O “ATADO”

La anquiloglosia, o atadura de la lengua, es una anomalía congénita caracterizada por un frenillo sublingual anormalmente corto, engrosado o apretado.

Según la Sociedad Canadiense de Pediatría, no existe una definición universalmente aceptada de anquiloglosia ni criterios objetivos prácticos para diagnosticar esta afección.

Históricamente, las definiciones se han basado en las características anatómicas del frenillo lingual (es decir, el grado de fusión entre la lengua del niño y el piso de la boca) o en el deterioro funcional (es decir, la incapacidad de sobresalir la lengua más allá del borde incisal de la encía inferior y otros signos de disminución de la movilidad de la lengua)

El diagnóstico de frenillo lingual corto (o anquiloglosia) ha aumentado más de 10 veces en algunos países. Si esto es un fenómeno global o está relacionado con diferencias culturales y profesionales es incierto.

El diagnóstico y el tratamiento de los bebés con anquiloglosia han aumentado significativamente en la última década. Se identificó considerables diferencias profesionales y geográficas en la opinión sobre el manejo de bebés con anquiloglosia con poca conciencia, reconocimiento y utilización de herramientas de evaluación y guías de práctica clínica.

Ante las grandes diferencias de opinión, que muestran a un potencial de tratamiento insuficiente o excesivo, considerando a la anquiloglosia como una posible causa de complicaciones en la lactancia, y con más madres que desean y esperan amamantar, los médicos aumentan la presión para diagnosticar la causa de cualquier dificultad en el amamantamiento, y a veces el tratamiento quirúrgico no está justificado. La anquiloglosia es un tema controvertido sin pautas de tratamiento estandarizadas. 

El debate actual se centra en el tema de, si la anquiloglosia lleva o no, a dificultades en la lactancia.   

Antecedentes

La  anquiloglosia o frenillo corto,  es una afección en la cual la parte inferior de la lengua está atada al piso de la boca por una membrana (frenillo) de modo que el rango de movimiento de la misma está indebidamente restringido. Esto puede, supuestamente, dar lugar a diversos problemas de desarrollo oral, alimentación, habla, deglución y problemas asociados. Se sospechan factores genéticos, ya que la atadura de la lengua es con frecuencia familiar.

No existe una definición universalmente aceptada de anquiloglosia ni criterios objetivos prácticos para diagnosticar esta afección. Históricamente, las definiciones se han basado en características anatómicas del frenillo lingual (es decir, el grado de fusión entre la lengua del niño y el piso de la boca) o en un funcionamiento deteriorado (es decir, una incapacidad para sobresalir la lengua más allá del borde incisal de la encía inferior y otros signos de disminución de la movilidad de la lengua)

prevalencia

Las tasas de prevalencia de anquiloglosia varían de 2.08 a 10.7 %, dependiendo de la población y los criterios diagnósticos usados. La prevalencia informada de anquiloglosia en lactantes es variable en la literatura, lo que refleja la falta de una definición coherente.  

Existen varias definiciones y rara vez se usan en la literatura y en la práctica clínica. Hazelbaker desarrolló una herramienta de evaluación descriptiva para la función del frenillo lingual; sin embargo, es complejo, largo y no ha sido validado de manera controlada. Los criterios utilizados para diagnosticar la anquiloglosia muestran una variación considerable, y no hay un estándar aceptado. La falta de una definición consistente alimenta aún más la controversia con respecto a esta afección y su importancia clínica. Quizas actualmente, la clasificacion mas mencionada en la literatura del tema es la de Coryllos, y se decribe a continuación.

 

El tipo 1 es la unión del frenillo a la punta de la lengua, generalmente frente a la cresta alveolar en el surco del labio inferior.

El tipo 2 es de 2 a 4 mm detrás de la punta de la lengua y se adhiere en o justo detrás de la cresta alveolar.

La atadura de lengua tipo 3 es el nexo para la lengua media y la mitad del piso de la boca y generalmente es más apretada y menos elástica.

El tipo 4 está esencialmente contra la base de la lengua, y es grueso, brillante y muy inelástico.

Los tipos 1 y 2, considerados lazos de lengua “clásicos”, son los lazos de lengua más comunes y se cree que constituyen el 75% de la incidencia. Los tipos 3 y 4 son menos comunes y, dado que son más difíciles de visualizar, es más probable que no se traten. El tipo 4 es más probable que cause dificultades con el manejo y la deglución del bolo, lo que resulta en síntomas más significativos para la madre y el bebé.

manejo de la anquiloglosia

Desde principios de la década de 1990, se han publicado en la literatura sobre lactancia materna  estudios de casos, y series de bebés con anquiloglosia que experimentan problemas de alimentación, como una técnica ineficaz, un apego doloroso y un aumento de peso deficiente. 

Nuestra práctica ha sido liberar el frenillo en los lactantes si hay una atadura de lengua significativa y hay evidencia de dificultad para amamantar, como una tasa lenta de transferencia de leche o dolor o trauma continuo en el pezón”.

Hay un renovado interés en el tema de la  anquiloglosia en los recién nacidos y la 'necesidad de frenotomía'.  El debate actual se centra en el tema de la lengua y las dificultades percibidas con la lactancia. Se considera que la atadura de la lengua impide la capacidad del bebé para “prenderse” durante la alimentación y que la madre experimenta dolor. Los problemas se manifiestan rápidamente después del nacimiento, con problemas de enganche que aparecen durante las primeras 24 hs. dolor en el pezón el segundo día.

RECOMENDACIONES CONTROVERSIALES:

La Canadian Pediatric Society en una declaración de posición sobre la anquiloglosia y la lactancia materna informó que 'según la evidencia disponible, no se puede recomendar la frenotomía'. Los holandeses han abandonado la frenotomía a nivel nacional. La Sociedad de Pediatría de Japón ha declarado que la anquiloglosia no causa dificultades de alimentación y que la frenotomía no es necesaria en la infancia.

La directriz del Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE) respalda el uso de la frenectomía, indicando que no existen grandes preocupaciones de seguridad sobre la partición de la anquiloglosia, y evidencia limitada de que el procedimiento puede mejorar la lactancia materna. La organización UNICEF Baby Friendly recomienda el uso del procedimiento si la anquiloglosia está causando problemas con la alimentación. La Academia Americana de Pediatría, en su sección sobre lactancia materna, concluye que, cuando la atadura de lengua es sintomática, debe tratarse lo antes posible para minimizar los problemas de lactancia materna.

Se necesita una terminología consistente con énfasis en la anquiloglosia sintomática y un sistema de clasificación uniforme, como la herramienta de evaluación Hazelbaker para la función del frenillo lingual y la clasificación de Coryllos, para mejorar la calidad de la investigación en el futuro. La capacidad de establecer pautas de práctica definitivas está limitada con la comprensión actual de la anquiloglosia. Se necesita investigación adicional para comprender mejor la complejidad de la alimentación infantil y el papel de la anquiloglosia.

Hasta el momento no se han identificado variables anatómicas claras que tengan una correlación directa con la limitación de los movimientos específicos de la lengua, o la mejora en cualquier medida de resultado objetiva después de la frenotomía. En consecuencia, todavía existe una gran controversia en torno a cuándo y cómo se determina que el frenillo limita el movimiento, y cuándo esa limitación es suficiente para garantizar la intervención quirúrgica

Se informó en un estudio de 1500 profesionales de la salud que los pediatras eran el grupo menos probable para recomendar cirugía, en una encuesta encontraron que el 90% de los pediatras y el 70% de los otorrinolaringólogos creían que la atadura de la lengua nunca, o rara vez, causaba un problema. Algunos creen que los buenos resultados después de la frenotomía se deben en parte al efecto placebo y que la lactancia materna puede mejorar con el tiempo a medida que la madre se vuelve más competente.

Según Power y colegas, una buena evaluación y selección son importantes porque el 50% de los bebés que amamantan con anquiloglosia no encontrarán ningún problema.                                                        Recomiendan 2 a 3 semanas como tiempo razonable para la intervención. La frenectomía parece mejorar la lactancia materna en lactantes con atadura de lengua, pero el efecto placebo es difícil de cuantificar. Las complicaciones son poco frecuentes, pero es importante que lo realice un profesional capacitado.

 

En un estudio con 115 pacientes (edad media, 34 días - 19-56 días=, 68 (59%) eran varones) remitidos para división quirúrgica del frenillo lingual. Tras el desarrollo de un programa con examen de alimentación con un patólogo del habla y lenguaje pediátrico, 72 (62,6%) pacientes posteriormente no se sometieron a procedimientos quirúrgicos. Aunque todas las derivaciones fueron para frenotomía lingual, 10 (8.7%) se sometieron a frenotomía labial sola y 32 (27.8%) se sometieron a frenotomía labial y lingual

La mayoría de los pacientes remitidos para anquiloglosia pueden beneficiarse de estrategias de intervención alternativas luego de una evaluación integral de alimentación. La estrecha colaboración y la formación de equipos multidisciplinarios son imprescindibles para tratar estos niños.